El mejor espumante para el brindis en éstas fiestas
Luego comienza la segunda parte de la fermentación, en la que el azúcar se disuelve y se crea alcohol y dióxido de carbono. Las burbujas que después mantiene el champagne se deben a que la botella permanece totalmente cerrada y no deja salir el gas.
¿Cómo elegir el mejor espumante?
Al momento de elegir un espumante para las fiestas se deben tener en cuenta dos atributos: por un lado, el método de elaboración; por el otro, la categoría del espumante.
El Champenoise o Tradicional y el Charmat son los dos métodos más famosos y difundidos para elaborar espumantes:
- En el caso del Champenoise, la segunda fermentación -en la que se generan las burbujas- se realiza en la botella. Al ser mayor la superficie de contacto entre el vino y las levaduras, se desarrollan aromas secundarios propios de la fermentación. Son ejemplares muy elegantes y complejos.
- En el Charmat, la segunda fermentación se realiza dentro de tanques de acero inoxidable. Como la superficie de contacto entre el vino y las levaduras es menor, se conserva más la frescura e intensidad de la fruta del vino base Estos vinos tienen un perfil armonioso, cremoso, redondo y fresco.
Con un vino se pueden decir muchas cosas, por lo tanto, es importante tomarse el tiempo para elegir el espumante acorde a cada ocasión, situación de consumo y maridaje.
- Para celebrar en familia: La comida y el vino son protagonistas en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por eso, el espumante para brindar en familia no puede ser un vino más. Lo más adecuado es optar por un espumante complejo, como un Extra Brut Premium.
- Para festejar con amigos: Para sorprender a los amigos una muy buena opción es un espumante elegante elaborado con una variedad tinta.
- Para acompañar las comidas típicas de Navidad: Los platos fríos y untuosos que se sirven en las fiestas, como el vitel toné, maridan bien con espumantes secos, cremosos y expresivos, elaborados a través del método Champenoise.
- Para el pan dulce, los turrones y las confituras: Los dulces típicos de las fiestas combinan muy bien con un espumante complejo, con aromas a pan, almendras y frutas almibaradas.