La historia del Café
Seguro que lo consumís cada mañana o por las tardes con un poco de leche o tal vez por las noches antes de irte a dormir.
Es posible que conozcas algo sobre su procedencia o que creas que el mejor café según los fanáticos del café, suelen decir que es de Colombia. Pero ojo, hay otras personas que afirman que el mejor café proviene de Etiopía, Brasil, Kenia o Costa Rica.
Como esto del café en realidad va en gustos, no podemos afirmar que existe uno mejor que el otro aunque sí lo podemos categorizar, o en realidad los expertos dicen que existen distintas categorías del café y lo dividen entre más suave, ácido, pronunciado, dulce y alto.
Hoy queremos compartir la historia del café.
La leyenda más concurrida se sitúa en Etiopía, donde se cree el café se originó en Kaffa.
Existen distintos relatos sobre la historia del café y cómo se descubrieron los atributos que el grano de café tostado tenía.
Una de las leyendas más difundidas de la historia del café sitúa a un pastor, cuyo nombre era Kaldi en las praderas de Etiopía.
Kaldi había salido a dar un paseo cuando notó cómo unas cabras comían de un arbusto unos frutos en color rojo que los tonificaba.
Kaldi decidió probar estos frutos y se sintió renovado y con mucha energía, por lo que llevó algunos frutos de regreso a su monasterio. Los monjes lo probaron pero los frutos no tenían un sabor agradable por lo que decidieron hervirlo y tomar su bebida, la que también resultó con un sabor desagradable.
Como consecuencia, los monjes tiraron a la hoguera los granos de café los que al quemarse despedían un aroma agradable. Otro monje tuvo la idea de proceder a tostar los granos primero y luego servirlos en agua hirviendo lo que dió como el primer café de la historia.
Esta leyenda puede ser cierto pero en realidad, no es más que una leyenda.
Historia del café no hay sólo una.
Existe otra leyenda que también habla sobre la historia del café, pero en este caso el protagonista no es un monje sino las tribus africanas y un prisionero de guerra que pudo haberla transportado consigo hasta Arabia :
Se cuenta que las tribus de África de la antigüedad solían moler los granos del fruto del café para fabricar una preparación que utilizaban para mejorar las fuerzas en los guerreros y alimentar animales.
Según esta otra leyenda, la plantación de café en África se extendió hasta Arabia. Se cree que pudo haber llegado hasta esas tierras escondida en los cuerpos de prisioneros de guerra.
En Arabia, el café tomó popularidad a la brevedad ya que el alcohol, a pesar de ser muy deseado, estaba prohibido por la religión del Islam.
Con el correr del tiempo, Yemen se convirtió en uno de los centros de cultivo de plantación de café más importantes de la región.
Y se cree que desde allí se expandió su cultura, plantación y cultivo hasta el resto de las tierras árabes.