Los licores: la bebida del invierno
Por eso, que mejor que tener para compartir y disfrutar, licores hechos en casa. La forma de prepararlos es muy sencilla y hay variedad de opciones para todos los gustos. Hoy te compartimos dos recetas muy ricas y tradicionales: limoncello y licor de café.
Limoncello
El limoncello es un licor con origen italiano, más concretamente de la región de Campania. Es un licor que se consume especialmente frío o que, en ocasiones, se utiliza como un elemento clave en algunos platos de repostería.
Ingredientes:
- 7 Limones
- 700 ml de alcohol de alta calidad
- 1.500 ml de agua
- 950 gr de azúcar
1- El primer paso es lavar los limones y quitarles la cáscara. Este acto debe de ser con cuidado porque es imprescindible no llevarnos la parte blanca de la corteza porque es lo que le proporciona el toque amargo al licor.
2- Cuando tengamos toda la cáscara preparada, procedemos a la maceración. Introducimos toda la piel en un recipiente de vidrio y añadimos todo el alcohol. Una vez hecho esto, tapamos el recipiente y lo dejamos reposar en un lugar oscuro durante 30 días.
3- Transcurrido esos días, elaboramos el almíbar. Ponemos el agua a hervir en una olla, añadimos el azúcar y removemos para que se disuelva todo. Lo dejamos hervir un minuto y lo sacamos del fuego.
4- Por otro lado, colamos el alcohol que teníamos reservado para retirar la piel del limón y, una vez hecho esto, lo agregamos al almíbar para conseguir el resultado final.
Lo embotellamos y listo para consumir.
LICOR DE CAFE
Se trata de un licor de origen gallego con mucha tradición. Es una bebida que necesita un largo periodo de tiempo de almacenaje para su elaboración.
Ingredientes
- 750ml de alcohol de alta calidad
- 150g de café molido
- 400g de azúcar blanco
- 1 cáscara de limón
- 1 cáscara de naranja
- Una rama de canela
1- En una jarra ponemos el alcohol, las cáscaras del limón y de la naranja, la rama de canela y el café molido. Revolver.
2- Por otro lado, en una olla ponemos el azúcar, y añadimos 200ml de agua. Calentamos a fuego suave, mientras que con una cuchara removemos para que se disuelva el azúcar. Cuando empiece a hervir, seguimos removiendo hasta que esté todo el azúcar disuelto. Por último, retiramos del fuego y dejamos reposar durante unos 5 minutos.
3- En la jarra donde tenemos la mezcla del alcohol, vertemos el almíbar recién preparado. Mezclamos bien hasta que se integren todos los ingredientes entre sí. Después, echamos el contenido de la jarra en una botella, y la cerramos con un tapón de forma hermética para que no entre aire.
4- Reservamos la botella anterior a temperatura ambiente, en un sitio fresco y alejado de la luz del sol, al menos durante 15 días. Durante ese tiempo, agitamos la botella una vez al día, para que el licor vaya absorbiendo todos los sabores.
5- Pasados esos 15 días, con un colador filtramos el contenido de la botella que teníamos reservado y lo vertemos en otra nueva, para retirar los elementos sólidos del licor.